Mientras afronta cada vez más dificultades en el ámbito judicial, Donald Trump está lejos de verse derrotado en el plano político, con muchos de sus candidatos triunfando en las primarias republicanas y con la caída de enemigos de partido tan fuertes como Liz Cheney.
Esta última, no obstante, no da su batalla por perdida e hizo saber este miércoles a través de su portavoz, Jeremy Adler, que planea canalizar su abierta oposición al exmandatario a través de una plataforma que intentará bloquear su eventual tentativa de volver a la Casa Blanca y que le podría servir a ella de trampolín político a la presidencia.