El Gobierno estadounidense se defendió este martes de las críticas recibidas sobre la falta de conclusiones claras sobre la muerte de la periodista palestina Shireen Abu Akleh y mantuvo que los elementos de los que dispone no le permiten tener certezas sobre el origen de la bala y su intencionalidad.
La familia de la reportera, que tenía nacionalidad estadounidense, había considerado este lunes un insulto que el informe estadounidense solo apuntara a una "probable" responsabilidad israelí en ese suceso y destacara que no hay razón para pensar que el disparo fuera intencional.