El primer ministro de Grecia, el conservador Kyriakos Mitsotakis, se encuentra bajo presión tras tener que dimitir este viernes tanto su colaborador más estrecho como el jefe de los servicios secretos en relación con un escándalo de escuchas a periodistas y diputados.
Todo empezó la semana pasada, cuando Nikos Andrulakis, líder del tercer partido político más grande de Grecia, el socialdemócrata PASOK-Movimiento por el Cambio, denunció ante el Tribunal Supremo que se había detectado un intento de jaqueo de su móvil a través del programa espía Predator.