A las olas de calor récord vividas en Letonia el pasado agosto ha seguido una abrupta caída de las temperaturas con la entrada en septiembre, lo que ha disparado la preocupación por la factura de la energía en los próximos otoño e invierno y la búsqueda de alternativas, entre ellas la madera.
La capital, Riga, prevé una duplicación de los costes de calefacción, que pasarán de 85 euros por 1 megavatio hora a 170 euros, sin contar el impuesto sobre el valor añadido (IVA).