Si bien Serbia insiste en su camino hacia la Unión Europea (UE), en la que quiere ingresar en los próximos años, el país balcánico mantiene, por el momento, su rechazo a unirse a las sanciones occidentales contra Rusia por la guerra en Ucrania.
Todos los países que pretenden entrar en la UE deben alinear su política exterior y de seguridad con Bruselas, un compromiso que urge ahora más que nunca para mostrar cohesión y solidaridad europea en medio de la agresión rusa.