La captura del expresidente hondureño Juan Orlando Hernández, hecha el lunes por Estados Unidos con fines de extradición por vínculos con el narcotráfico, podría ser cuestión de horas, tras su declaración de que está "presto y listo para colaborar".
Los alrededores de la residencia de Hernández en Tegucigalpa continúan bajo un riguroso dispositivo de seguridad desde el lunes en la noche, después de que la Cancillería informara de que Estados Unidos ha solicitado un "formal arresto provisional de un político hondureño con el propósito de extradición" a ese país.