El Gobierno chino reclamó a Estados Unidos que no convierta al gigante asiático en un “enemigo imaginario”, precisó que Pekín respeta “la forma en que Estados Unidos desarrolla sus propias capacidades” y advirtió de que estas no deben interferir en los asuntos internos de China ni dañar los intereses del país.
"Si tal cosa ocurre, China se opondrá firmemente", afirmó el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores Zhao Lijian en la rueda de prensa diaria diaria de este departamento, según la agencia estatal Xinhua.