Sri Lanka celebró este viernes el éxito de una revuelta social histórica que después de más de tres meses de protestas masivas ha logrado su principal objetivo, la dimisión del jefe de Estado Gotabaya Rajapaksa, convirtiéndole en el primer presidente del país en renunciar a su cargo.
Huido en Singapur, el expresidente electo en 2019, delegó antes de abandonar el miércoles Sri Lanka su poder en el primer ministro, Ranil Wickremesinghe, quien asumió entonces el cargo en funciones, y tras hacerse hoy oficial la dimisión de Rajapaksa, ha tomado posesión de la Jefatura de Estado de forma interina.