Mientras Rusia evita la movilización masiva dentro del país, aumenta el reclutamiento forzado en las autoproclamadas repúblicas separatistas del Donbás, donde miles de hombres son enviados al frente y otros se resisten a ser alistados.
En algunos casos se les lleva directamente desde sus lugares de trabajo o mientras están en la calle y muchos hombres permanecen en sus casas durante meses para evitar ser reclutados a la fuerza.